En las ciudades medievales la vida económica tenía como centro el mercado y los locales donde los miembros de las diversas corporaciones desarrollaban su actividad. La riqueza no se ostentaba y hasta los grandes mercaderesbanqueros realizaban sus negocios en sedes bastante modestas, poco más que almacenes. Este libro hace un recorrido minucioso, con descripciones claras e ilustradas, por la estructura y disposición de los espacios que conformaban la casa de los mercaderes de la época medieval.