Este estudio cuestiona parcialmente la hitótesis de que, al final de la Guerra Civil, las élites locales que tradicionalmente se habían responsabilizado del control de las instituciones lo hicieran en su totalidad, asi nos introduce en la complejidad que rodea a la reorganización del poder local, y demuestra cómo la implantación de la Dictadura en la Región trajo consigo una importante, aunque no completa, renovación de su clase política.