«¿Qué hallamos en Gijón, los no nacidos en él, a la hora de mostrarnos tan decididamente inclinados a elogiarlo? Somos incapaces de entenderlo, pero podemos sentirlo: uno se encuentra a gusto aquí. Y pienso, con la envidia de no haber venido al mundo en esta ciudad, que lo mejor que me podría suceder sería morir en ella. Creo que Todos los días Gijón —título que se inspira en uno de los poemas que el peruano César Vallejo dedica en España, aparta de mí este cáliz a la República española— puede ser considerado como un libro de reconocimiento personal, en el que, salvo retrospecciones pasajeras, no hay que buscar testimonios lineales de lo sucedido a otros, sino crónicas de lo soñado, lo intuido o lo interpretado por mí.» José Antonio Mases