El autor de este libro saltó a la arena de la política en los años de la transición para contribuir a la instauración en España de un sistema plenamente democrático y defender el derecho de Navarra a conservar su identidad, de la que su foralidad histórica y su vocación española forman parte inseparable. Del Burgo ha combatido desde entonces con su pluma y su palabra al nacionalismo vasco y se ha enfrentado en el terreno ideológico al terrorismo de ETA. La lectura de este libro suscitará en el lector una ola de simpatía hacia un viejo Reino español, que ha luchado por su libertad colectiva y donde vive una sociedad escindida y atormentada en el terreno político - tal vez sea éste el triste sino de Navarra- que, a pesar de ello, ha sido capaz de situarse a la cabeza de las comunidades españolas y europeas con mayor nivel de progreso económico, desarrollo cultural y social.