Las princesas que aparecen en este libro no se dejan arrastrar por antiguas tradiciones. Puede que sigan llevando sus tiaras pero hacen las cosas a su estilo. No esperan que un príncipe venga a rescatarles, saben todos los trucos para vencer a los dragones, hacen caso a los consejos de sus hadas madrinas, y antes que nada, ¡Nunca besarían a una rana!