La obra tiene varias características por resaltar: es de fácil lectura, aún para los no expertos en el tema, en lo que se pueden incluir estudiantes de medicina, residentes de distintas especialidades, en particular los de pediatría e infectología pediátrica. Tiene en su primera parte un enfoque básico en cuanto a cefalosporinas de tercera y cuarta generación así como carbapenémicos y monobactámicos; vancomicina, teicoplamina y nuevos glucopéptidos; macrólidos y cetólidos y un capítulo más referente al papel que en la actualidad juegan viejos antibióticos del tipo de los aminoglucósidos y las polimixinas. En términos generales, para todos estos grupos se mantiene un orden que se caracteriza por su clasificación, estructura química, mecanismo de acción, espectro de actividad antimicrobiana, mecanismo de resistencia, farmacocinética y farmacodinamia, usos clínicos, y reacciones adversas. La segunda parte se caracteriza por un enfoque clínico hacia varios de los procesos infecciosos más comunes de la pediatría, como es el uso de antimicrobianos en infecciones en el recién nacido; infecciones entéricas y del sistema nervioso central; de vías respiratorias superiores; de vías urinarias; de piel y partes blandas. Así como otros capítulos también relevantes para el caso de los antibióticos en las neumonías adquiridas en la comunidad, el tratamiento del niño con neutropenia febril y el de las infecciones intraabdominales.