No es la guerra lo que resulta del contenido, sino más bien todas las estructuras, formas de realizarse y aberraciones de las mismas, así como un análisis determinado de cada una de aquellas guerras acaecidas durante el siglo XX, sin determinar aún la última guerra supermundial que se está llevando a cabo, con conocimiento y reconocimiento de todos y cada uno de los países existentes en el planeta, guerra que de alguna forma debería concluir, pero no lo hace porque los intereses que arroja la misma son fruto maduro que ningún país quiere dejar de obtener. Dentro del relato expone fórmulas y caminos viables con el ánimo de excitar la médula de quienes posiblemente estén a la altura de no continuar en ella, si bien mezcla y apunta al imperio americano como precursor, su idea no es sentenciarlo, sino de avisar que los desmanes se han cometido, se cometen y se cometerán si no se tiene intención de frenar.