— Digan que no sonríe, que si no, sería igualito a la mujer que está en la tapa de El motor ilustrado, esa revista que trae Peire —había dicho Bertolino. —¿La Gioconda? —había saltado Lorenzo, que algo sabía de mecánica. —Esa misma. Igualito a la Gioconda —había afirmado Bertolino. Nosotros nos limitamos a pedirle a Peire que trajera la revista, y cuando Peire, a los diez días se acordó y la trajo, opinamos que Bertolino había estado un tanto exagerado...