El Tratado para la Constitución de la Unión de 2004, ciertamente prolijo y discutible, fué rechazado expresamente por varios paises y declarado en quiebra política, con la consiguiente irrelevancia jurídica de sus concretos términos, el trabajo desarrollado en este libro se centró en elementos jurídicos preexistentes a este fallido Tratado, dotados de relevancia propia, que, por rigor lógico y visión institucional del Derecho, ya estaban siendo estudiados. El acierto de este proceder es patente cuando un nuevo Tratado ha sustituido al del 2004, con efectos de tanta importancia como el consistente en que la carta de Derechos Fundamentales de la Unión uropea haya sido ratificada, solemnemente proclamada y elevada, en si mismo, a idéntica categoría jurídica que los Tratados de la Unión y de Funcionamiento