Michael y sus monstruosos amigos del cementerio se marchan de vacaciones a la playa. Pero los problemas con el fisco siguen inquietando al cementerio. Menos mal que a Glump se le ocurre preparar una sesión fotográfica del grupo en bañador para recaudar dinero. Pero hacienda no es el único problema de Michael, y pronto se ve atrapado entre dos mujeres y los secretos que ocultan.