La accidentalidad vial se ha convertido en un problema endémico global. Desde una perspectiva sociológica, este trabajo aspira a desarrollar una aproximación a un problema ante el que no se atisban soluciones. Trazando una línea de conexión entre los principales factores sistémicos que configuran este fenómeno: la influencia del poder seductor de los medios, los imaginarios asociados a la movilidad, las políticas viales desarrolladas por la administración central o los factores individuales latentes, se pretende ampliar el marco de visión del problema para poner así el acento sobre las causas más fundamentales de una realidad vergonzosa. El compromiso entre los sectores público y privado, la acción coordinada de las administraciones y la apuesta firme por una educación basada en el respeto y la responsabilidad individual, son factores que se antojan decisivos a la hora de encontrar una solución a un problema que se vislumbra largo y complejo. Mediante un lenguaje directo y sencillo, este texto pretende ser en definitiva un punto de reflexión sobre la relación entre nuestras formas de movilidad y sus consecuencias humanas.
