Adentrarse en el laberinto calcáreo de estas montañas siempre ha requerido una cierta experiencia montañera, no solamente para ascender a sus montañas, sino incluso para aproximarse a las mismas. Conscientes de estas dificultades y ante el fenómeno senderista de los últimos años, la dirección del parque nacional decidió crear su propia red senderista, que se materializó en mayo del año 2002 con el diseño de 30 senderos de Pequeño Recorrido (PR) y 2 de Gran Recorrido (GR).