Apasionada, autosuficiente, inmersa en el caos de la gran ciudad, Raquel, una mujer madura amante del cine y las novelas románticas, sobrevive a su manera. Esquivando con astucia a los taimados donjuanes que la acosan en la rutina diaria, anhela sin desmayo encontrar al galán de su propia película. Margarita Oropeza destila sabias dosis de humor en esta búsqueda del Príncipe Azul, para subrayar que éste no es sino un ser tan vulnerable y ávido de afecto como la protagonista. Al mismo tiempo nos revela que el espíritu femenino será siempre la chispa que provoque el incendio del amor. Con un estilo solemne e irónico confirma que las mujeres no han perdido aún la fórmula mágica que les permite encandilar el corazón de su amante.