Las palabras de Felipe IV acerca de Juan de Solórzano como hombre de prudente consejo y aventajadas letras muestran el reconocimiento y la importancia de la contribución de este eminente jurista al gobierno de la Monarquía. A través de las páginas de esta obra es posible apreciar las razones por las que Solórzano ha merecido lugar tan privilegiado no sólo en la historia del Derecho, sino en ámbitos meramente políticos, pues no dudó en sumergirse en la búsqueda de soluciones a los más graves y difíciles problemas económicos y sociales de su época.