En un piso de la periferia de una gran ciudad aparece un cadáver mutilado. La víctima es un médico. Llega el comisario Leo Dix, la policía y los bomberos. Alrededor del cuerpo hay un trozo de sílex, cuatro tubos de desodorante, jeringuillas, insulina y tres bolitas de color blanco. Además, y eso llama mucho la atención, junto a él hay un osito de peluche. El comisario Dix enseguida asocia el asesinato con otro ocurrido tres años antes, en el que también hubo tres bolitas blancas. Puede que haya policías implicados en el caso, pero lo peor es que hubo quien murió en condiciones no aclaradas y pudieron ser víctimas de un asesino. La clave del enigma está en la pista del tratamiento homeopático.