Este programa se graba en 1976, «como atención personal a Joaquín Soler Serrano » de un escritor para el que la «vida ha transcurrido de una manera muy silenciosa y solitaria... soy un hombre muy, muy, desvalido». Una vida marcada por las enfermedades de la infancia: «Un temblor casi continuo de mi mano derecha, y dislalia, que me impide a veces decir palabras tan sencillas como Barcelona o Espriu ». El primer libro lo escribe en castellano y lo edita su padre: «110 ejemplares de los que no se vendió ni uno», para luego ya escribir en catalán: «Con Josep Pla y conmigo empezó otra época del catalán». Sus obras fundamentales —«que siempre he estado reescribiendo, hasta que una voz me dice “está bien ya”»— van de la poesía: Les cançons d’Ariadna ( Las canciones de Ariadna ), al teatro: Ronda de mort a Sinera (Ronda de muerte en Sinera), y la prosa. Para Espriu «los géneros literarios son intercambiables». Licenciado en Derecho e Historia antigua, se define sobre el llamado “problema catalán”: «Recuerdo el maravilloso verso de la Antígona de Sófocles: “Yo no he nacido para el odio sino para el amor” ». Hace también un personal repaso literario, desde Ramón Llull hasta sus contemporáneos. Magisterio sobre el que se permite ironizar al final del programa, después de escuchar la lectura de uno de sus textos: «Amén, amén, amén».
