En diciembre de 1975 Camilo José Cela es el primer invitado de la serie A FONDO, en un programa breve, como todos los de la primera época. Es un escritor absolutamente consagrado y un autor que ha sabido cultivarse la fama fuera de las esferas estrictamente literarias: «Todos arrastramos nuestra leyenda». La crítica ya le ha reconocido una arriesgada voluntad transgresora. «Intento abrir nuevos caminos, ignoro con qué suerte, pero lo que no dudo es que con una gran honestidad». En el programa, considerado uno de los mejores testimonios del escritor, Cela muestra al hombre poliédrico, al escritor, al funcionario, al actor de cine y al torero. Cuenta Cela su infancia en Iria Flavia y su adolescencia en Madrid: «Me preguntaban qué quería ser cuando fuese mayor, yo me echaba a llorar porque no quería ser nada, ni mayor siquiera». El que sería Premio Nobel en 1989 habla entre otros libros del último que ha publicado, Oficio de tinieblas 5 (1973), de La Catira, de los libros de viajes – con el manuscrito de Viaje a la Alcarria en sus manos-, de La familia de Pascual Duarte. «Creo que si el personaje tiene fuerza y está bien creado, lo que hay que hacer es abrirle las puertas e ir detrás apuntando lo que hace, y eso es una novela».
