La escritura moderna de la historia honra a los muertos encerr谩ndolos en sus tumbas. El gesto de la escritura necesariamente se separa de la tradici贸n vivida para convertirla en un objeto de saber: la historia. El pasado que influye en la actuaci贸n de los vivos quiere ser administrado y ordenado por el historiador. Esta saber desea organizar y controlar lo heterog茅neo de la tradici贸n, pero 茅sta, finalmente, no se sujeta a las barreras que le impone esta ciencia. Michel de Certeau nos muestra en la presente obra c贸mo el pasado -la muerte, el Otro- no puede ser neutralizado o reprimido por ning煤n saber.