Cuando le dijeron que su hijo menor tenÃa leucemia, Angie Buxton-King tomó la determinación de hacer todo lo que estuviera en su poder para ayudarle, lo que la llevó a combinar tratamientos médicos tradicionales y terapias alternativas. AsÃ, gracias al trabajo de otros sanadores y a sus propias habilidades curativas, advirtió una gran diferencia entre la calidad de vida de su hijo y la de otros enfermos, y los médicos quedaron asombrados por los pocos efectos secundarios que el niño padecÃa.Por desgracia, su hijo falleció tres años más tarde, pero las vivencias de su madre hicieron que se dedicara a profundizar en el camino de la sanación. Asà consiguió convencer a los médicos del University College Hospital de Londres para que le permitieran ofrecer sus técnicas a algunos pacientes. A pesar de que comenzó realizando un trabajo voluntario a tiempo parcial, la demanda de sus servicios hizo que se convirtiera en la única sanadora que engrosaba la nómina del Servicio Nacional de Salud británico, equivalente a nuestra Seguridad Social.Este libro es una historia maravillosa e inspiradora para todos aquellos que sufren, ya sea por una dolencia emocional o fÃsica, y para las personas que cuidan enfermos. Un verdadero equilibrador de las energÃas.
