CARMEN PLAZA ha obtenido con este libro el XXIII Premio Carmen Conde de Poesía escrita por mujeres. _ Tela que cortar Para coser el mundo fue necesario un gran diseñador, útiles apropiados y alguien a quien clavar suavemente la aguja. Se remató la obra en siete días ajustando medidas y colores, pasiones y entes vivos, seres livianos volando cual pavesas después de un gran incendio, criaturas transmutadas del polvo, sintiendo en cada fibra la emoción del estreno. A última hora, el alma entronizada en su pequeño altar de barro. ¿Quién tuvo tanta prisa? Las enormes puntadas dejaron escapar la espuma de las olas, la saliva del tiempo que encogió los retales y dejó al descubierto la delicada tela que se deja cortar.