Asà pues, la función del artista es muy clara: debe abrir un taller, y ahà encargarse de reparar el mundo, por fragmentos, como vaya pudiendo. Sin que por ello tenga que considerarse un mago. Solamente un relojero. Reparador atento del cangrejo o del limón, del cántaro o del frutero, asà es el artista moderno. Su función es modesta como puede verse. Pero no podrÃa vivir sin ella