El objetivo de este libro es precisamente llamar la atención sobre la importancia de este hecho: el valor de lengua en las relaciones humanas. La lengua va unida a la cultura o a la inversa, y a ciertos niveles resulta imposible pasar de una lengua a otra sin tener en cuenta la cultura. A su vez, el traslado no es un mero trasvase de palabras dado que cada lengua lleva consigo una configuración distinta del mundo y existen a su vez condicionamientos externos para su uso. Todo ello nos lleva a pensar que se necesitan de especialistas que garanticen la comunicación.