El herpes zóster, más frecuente en pacientes de edad avanzada y en situaciones de inmunodepresión, es el resultado de la reactivación del virus de la varicela-zóster. La principal complicación del herpes zóster es la neuralgia postherpética (dolor persistente tras la resolución de las lesiones cutáneas); su patogenia todavÃa es desconocida, aunque se han implicado mecanismos periféricos y centrales en la génesis del dolor neuropático. El diagnóstico es clÃnico y fácil de realizar, dado que la mayorÃa de los pacientes referirán la existencia previa de lesiones cutáneas en el dermatoma afectado. En cuanto a las caracterÃsticas del dolor, suele existir una combinación de dolor continuo de tipo quemante, dolor paroxÃstico agudo intermitente, parestesias o alodinia. Pese a que hay diversos tratamientos disponibles, y pese a la utilización de politerapia, la neuralgia postherpética todavÃa representa un sÃndrome de dolor neuropático de difÃcil tratamiento y con una marcada morbilidad.
