El azar hizo que Benjam铆n, un joven tradicionalista que se alist贸 para luchar en defensa de la religi贸n cat贸lica, cayera herido y rodara por un terrapl茅n en cuyo fondo se pudo proteger en una peque帽a cueva. Al rato, un ruido le despert贸 de su semiinconsciencia. Acababa de entrar en su improvisado refugio otro soldado herido, pero en esta ocasi贸n del bando republicano. Se trataba de Ignacio Casaus y proced铆a de una rica familia andaluza, de la que el rencor le hizo renegar. Al encontrarse frente a frente se enzarzaron en una lucha a muerte, hasta que, agotados, decidieron que era m谩s inteligente cuidarse mutuamente las heridas, y esperar a que el vencedor de la batalla que se libraba sobre sus cabezas viniera a recogerlos.