Hablar de literatura hebrea femenina es hablar de una voz de mujer que irrumpe para aportar algo nuevo y enriquecedor, para hacerla más grande, y no de forma aislada, sino aunando distintas voces que recuerdan, imaginan y narran en femenino desde el interior de un ser femenino. Una literatura hebrea de mujer que se ajusta a los estilos literarios y a las normas ideológicas impuestas por los hombres, no de forma sumisa, sino de forma creativa, diferente y algunas veces incluso desafiante. Una literatura que no nace de la nada sino que tiene una historia, una expresión y una memoria. El presente libro retrata a una generación de autoras que en los primeros años del siglo XX se hicieron visibles y audibles en esta literatura, salpicando su poesía y su prosa de feminidad. Una literatura que tenía una larga historia de silencio y ansiedad, y también, una pequeña herencia de rebeldía en espacios privados recibida de unas pocas precursoras o madres literarias, que verdaderamente está presente y es transmitida en la escritura femenina. La autora analiza en esta obra a una generación de mujeres, todas herederas y todas pioneras, que animadas o arrastradas por la empresa sionista, emigraron a Palestina para, junto a hombres y mujeres, construir el nuevo hogar; pero ellas, además, abrieron la primera página de la literatura hebrea de las mujeres, donde comenzaron a volcar la experiencia femenina y hablaron de sus vidas, de su piedad, de sus emociones.
