Chicho Minguez es un atracador que anhela dar el gran golpe de su vida para retirarse; pero la memoria de su padre, un profesional del robo y la estafa difícil de igualar, y la mala suerte, lo persiguen como una sombra. En su derrotero se cruzan la Negra California, una muchacha de pueblo descarriada que se ha hecho prostituta por necesidad y convicción; Santiago, un mediocre fotógrafo que aspira a la felicidad a través de la rutina y el autoengaño; Miguel Ángel, un homosexual víctima de la homofobia judicial; Paticumbia, cómplice de fugas y vendedor de vehículos robados... Y la galería continúa. El desamor, el erotismo, el presidio, la corrupción policial, la marginalidad, son los ingredientes de una prosa vigorosa, una trama que anuda con la muerte gratuita a un puñado de vidas malogradas. Antes de perder el sentido retrata ese implacable Chile suburbano, a caballo entre Valparaíso y Santiago, en el que naufragan los sueños y la resistencia, los excluidos al banquete no pueden, a pesar de sus esfuerzos, enderezar la torcida fatalidad.
