Este libro estudia dos épocas de la milenaria historia de Bizancio, con una duración total de cerca de quinientos años (565-1025). En la primera época el Estado comienza su transformación abandonando gradualmente las características tardorromanas para asumir las características del organismo estatal medieval. En la segunda época domina la llamada dinastía macedonia y crea el “primer humanismo bizantino”, con un florecimiento general de las letras y de las artes. Después del reinado de Justiniano I, grandioso desde cualquier punto de vista (527-565), sus sucesores heredaron un imperio glorioso y espléndido. Sin embargo, su labor desmesurada por el bien común demostró ser quimérica casi inmediatamente después de su muerte, puesto que la política exterior y la defensa se derrumbaron al poco tiempo y el imperio se debilitó económicamente.