En un país y en una época en que las mujeres eran genéricas, tuvo el valor de ser un individuo. Dedicó su fortuna, que era considerable, a la educación de su país y de su continente. Personalmente le debo mucho a Victoria Ocampo, pero le debo mucho más como argentino. Jorge Luis Borges Victoria Ocampo, la mayor de seis hermanas nacidas en una antigua familia patricia, conquistó por igual admiración y rechazo, simpatías y rencores. Aun hoy, a casi un cuarto de siglo de su muerte, su nombre despierta reacciones encontradas. Seductora, autoritaria, generosa, vulnerable, conjugó belleza, inteligencia y fortuna. Fundadora de la legendaria revista Sur y de la editorial del mismo nombre, supo descubrir y fomentar talentos. En la Argentina y durante sus constantes viajes, frecuentó a los más importantes escritores e intelectuales de la época, como Ortega y Gasset, Rabindranath Tagore, Virginia Woolf, André Malraux, Jorge Luis Borges, Gabriela Mistral y Eduardo Mallea. Conoció el amor, los celos y la tortura de la clandestinidad. Supo también del fracaso, de la traición y del dolor. María Esther Vázquez evoca en este libro la vida intensa y apasionada de una mujer clave en la cultura argentina e hispanoamericana del siglo XX.
