Se aproximó cautelosa a la colina de polvo donde había estado la embajada. Sus cámaras la seguían de cerca capturando imágenes. Le costaba mantenerse tranquila. Frente a ella, por entre la bruma con olor a pólvora y a sangre, dio con el vacío. Allí había existido algo robusto que, en un instante, se transmutó en ceniza. Asalto al paraíso ha sido escrita en los huecos que deja la realidad argentina reciente, pero la excede y adquiere un poderoso interés universal ante el enfrentamiento con el terrorismo fundamentalista. Por primera vez la literatura explora los escabrosos abismos de una mente apasionada por el ideal de destrucción. Es un thriller estremecedor, en el que los personajes batallan, por su voluntad o fatalidad, en una atmósfera de pasión y violencia sin respiro.