Meister Eckhart, místico, profeta y feminista del siglo XIII, declarado herético, fue un temprano defensor de la espiritualidad centrada en la Creación. Esta tradición afirma el potencial divino de la acción humana, abrazando la vida -nacer y morir, envejecer y pecar, penar y celebrar como la energía creativa de Dios en movimiento. Para él, ser espiritual equivale a estar vivo y despierto; la creación misma es el primer sacramento, que comienza en el corazón. El camino de Eckhart y de la tradición de la Creación es simple. No requiere gurúes ni métodos caprichosos ni prolongados ejercicios o retiros. Por eso lo llamó el camino sin camino, disponible para todos, señalando que quien encuentre este camino no necesita otro.