Yo sintetizaría este libro con una frase del enfermo: Doctor, además de la enfermedad estoy yo, ¿me permite contarle qué me pasa, para qué vengo? Aparte de la historia de la enfermedad, yo también tengo una historia, ¿le interesa? Alguna vez fui sano, quisiera volver a serlo, ¿me lo permite? Me atrevo a comentar: buena parte del viejo arte de curar se ha transformado en la nueva técnica de enfermar: antes poníamos la mano sobre el hombro del enfermo, ahora ponemos una receta en el bolsillo y... íque pase el siguiente! Algunos jóvenes inexpertos a esto lo llaman ciencia. Apenas llega a ser cencia: yo lo he llamado curanderismo doctorado. Es un asunto serio, pero se pueden tratar asuntos graves con buen humor, sin componer una cara fúnebre. Con tal estilo digamos Del Bono es Del Bono y Tarnopolsky su profeta. Profetizo una serie de libros de divulgación médica escrita por enfermos: este hace punta. Los médicos escriben para enfermos con frecuencia; que los enfermos escriban para médicos es excepcional y novedoso. Es la contrapartida de la divulgación científica para enfermos; le llamaría divulgación empírica a contratapa. Divulgación médica escrita por un enfermo para médicos. Realmente excepcional.
