Te escribo estas lÃneas, estimado amigo, para decirte que te confÃo a mi bienamado hijo Abdalá. Khemed vive momentos de zozobra y si la desgracia llegara a abatirse sobre mà como el halcón sobre la gacela inocente (porque el mundo está hecho de vida y de muerte), estoy seguro de que Abdalá encontrará afecto, refugio y alimento en tu casa. Alá sabrá recompensar tu bello gesto, no lo dudes. Que la paz sea contigo y con todos los tuyos. Ben Kalish Ezab