Edición multilingüe: español-italiano-alemán. De todas las partes del cuerpo humano, la mano, inmediatamente después del rostro, es la más autónoma, la más individualizada, la más singular. El hecho que tengamos casi constantemente nuestras propias manos a la vista, así como el hecho que con frecuencia sean la única parte visible del cuerpo de quienes nos rodean, les confieren una familiaridad que, sin embargo, es engañosa.