La devastación social y los pánicos financieros, el carácter más tosco de la política, la brutalidad policiaca, la militarización de la vida cotidiana y los actos de agresión imperialista: son todos producto no de un mal funcionamiento del capitalismo, sino de su funcionamiento reglamentado y normal. Sin embargo, se puede cambiar el futuro con la lucha unida de trabajadores y agricultores cada vez más conscientes de su capacidad de transformar el mundo. Prefacio por Mary-Alice Waters, secciónes de fotos de 16 y 20 páginas, notas, índice. Ahora con tipografía más grande.