El punto de partida de este programa es la edición de uno de sus libros: Carta abierta a Salvador Dalí (1977). Es su faceta menos conocida: «Mi padre decía que era mucho mejor escribiendo que pintando, y seguramente es verdad...los pintores somos muy burros...en cambio los escritores son mucho más inteligentes, y si yo fuera menos inteligente, indiscutiblemente pintaría mucho mejor». Desde sus años en la Residencia de Estudiantes de Madrid, en donde conoce a Federico García Lorca «la más grande amistad que he tenido», sus relaciones con escritores y la escritura fueron constantes: «Hace cuarenta años que estoy escribiendo para saber quién soy y aún no lo he logrado». Joaquín Soler Serrano consigue que Dalí abandone durante una hora su personaje más superficial e histriónico, y así evidencia su excepcional dominio del lenguaje, siempre acompañado de un extraordinario sentido del humor: «Si hubiera dos mil Picassos, treinta Dalís, cincuenta Einsteins, el mundo sería prácticamente inhabitable, pero que nadie se espante, no los hay».
