El valle de Canfranc ha sido habitado y recorrido desde tiempos antiguos, como lo prueban las cuevas y dólmenes de Villanúa, el primer Camino de Santiago por Somport y la propia ciudad de Jaca. Es país de iglesias románicas y también tierra de defensa ante invasiones, desde los árabes a los franceses. Modernamente, ha sido territorio propicio para la práctica de deportes de montaña e invernales, ya que Candanchú es una de las estaciones de esquí más antiguas de nuestro país.