La Ciutat de les Arts i les Ciències es mucho más que un espacio recreativo. Su diseño de vanguardia, que combina en partes iguales el dinamismo y la plasticidad, hace de ella una de las edificaciones urbanísticas más ambiciosas y originales de los últimos tiempos. Construida a orillas del antiguo río Turia, ocupa más de 350.000 metros cuadrados y está compuesta por cinco grandes centros independientes. Los cuatro primeros -L’Hemisferic, El Museu de las Ciéncies “Príncipe Felipe”, el Palau de las Arts y L’Umbracle- son obra del arquitecto valenciano Santiago Calatrava. En ellos se observa un complejo estudio del movimiento y de las formas orgánicas, que caracteriza al reconocido estilo del autor. El quinto edificio es L’Oceanogràfic, diseñado de forma conjunta por el estudio Civis Project Management y el arquitecto madrileño Félix Candela, un experto en materia de cubiertas de hormigón. Para Calatrava, este proyecto representa “una forma de hacer ciudad”. Pero, en opinión de los vecinos de la Comunidad Valenciana, su valor no se limita a sus méritos arquitectónicos: se trata ni más ni menos que de su imagen y emblema con vistas al siglo XXI.
