El desarrollo o es social o no es. Hoy en día, de manera consciente o no, se intenta vender la idea de que el desarrollo coincide exclusivamente con el crecimiento, es decir, con parámetros economicistas: todo se reduce a la renta per cápita, a los índices de productividad y de producción. Sin embargo las cosas son bastante más complejas. Si el crecimiento económico no se acompaña de un desarrollo social, cultural y comunitario, quiero decir político, lo que tenemos es una sociedad gobernada por grandes poderes que no dejan alternativas a los demás, sino en los ámbitos que graciosamente se les concede. Es decir una sociedad, no sólo injusta sino dependiente.