Muchos son los peregrinos devotos -y no tan devotos- que recorren este bell铆simo y a veces abrupto paisaje hasta el sepulcro del ap贸stol Santiago en Santiago de Compostela. Es un camino dif铆cil, arduo a veces, y no siempre seguro para una mujer sola. Kathryn Harrison vuelve por tercera vez al camino, pero en esta ocasi贸n acompa帽ada por su hija de doce a帽os. Y ahora ve con otro ojos, los de Sara. Es la suya una expedici贸n extraordinaria que discurre a un ritmo casi olvidado en nuestro mundo moderno. El camino de Santiago est谩 plagado de reflexiones sobre el amor y la familia, sobre la vida y la muerte, sobre la naturaleza humana y el deseo de salvaci贸n que con tanta fuerza simboliza el peregrinaje; y nos descubre, adem谩s, la inestimable posibilidad de encontrarnos a nosotros.