A lo largo de su diario, Adrian Mole nos introduce en el mundo de la adolescencia y en su peculiar forma de ver y entender el mundo. Sus confesiones nos asoman a un entorno familiar inestable, a la constancia de perseguir un sueño y a la importancia que adquieren la amistad y el amor. Siempre bajo la fórmula del humor, cada página nos revela también la realidad política y social de la década de 1980 en Gran Bretaña.