Juan José Tamayo retoma en esta obra la tarea de fundamentación de un nuevo paradigma teológico, comprometido en la búsqueda de horizontes comunes desde los que puedan reflexionar y en los que puedan encontrarse las diferentes teologías del Primer y del Tercer Mundo. La tarea iniciada con "Nuevo paradigma teológico" es continuada en esta obra con la determinación de dos de los horizontes anteriormente esbozados: el intercultural y el interreligioso. Semejante desarrollo significa la articulación de un nuevo universo categorial, poco usual en las teologías confesionales, pero que integra sus categorías, además de incorporar otras nuevas. El nuevo paradigma interreligioso e intercultural retoma así la categoría de secularización, haciéndose cargo de sus interpretaciones encontradas y destacando sus ambigüedades, sin olvidar atender al complejo fenómeno del retorno de la religión en la sociedad actual.