Transcurría el año de 1937 en Sevilla. Queipo de Llano en el poder. Sevilla era Nacional durante la Guerra Civil. Joaquín Romero Murube, Alcaide del alcázar, publica una pequeña plaquette, un diminuto libro en edición privada (Sevilla, imprenta alemana, 1937) de 237 ejemplares firmados todos a mano por su autor con una dedicatoria levemente camuflada: A ti en Vizna, cerca de la fuente grande... e incluyendo un romance final: El romance del crimen. Se trata de un libro-homenaje a Lorca con denuncia incluida de su asesinato, sin duda el libro más raro que publicó Joaquín Romero y uno de los más raros de la literatura española del siglo XX, donde todos los poemas tienen guiños lorquianos. Incluye, además, el Romance del gobernador, durísima diatriba contra el que fue Gobernador civil de Sevilla y Comisario regio durante la Expo del 29, José Cruz Conde, al que Joaquín Romero acusa, entre otras lindezas, de putero y borracho. Este valiente desahogo en relación a Lorca, debido a la intensa amistad entre el Granadino y el Sevillano, pudo costarle la vida a Joaquín Romero Murube, si es que el libro llega a manos de alguien próximo a Queipo de Llano o a conocimiento de la censura fascista de la época (recordemos que estaba España en Guerra), y da pie a una interpretación novedosa del escritor sevillano, más rebelde, y en general de todo el 27 menor durante los delicados años de la Guerra civil y la posguerra. La edición tiene un estudio introductorio de A. Martínez y Manuel García, donde se comentan uno a uno los siete romances y se relacionan con las circunstancias concretas históricas que contribuyeron a su gestación.
