Esta obra nace desde un sentimiento de primordial aflicción a la época histórica considerada, y de gustoso respeto hacia quienes fueron sus forjadores más distinguidos; pero ello no la convierte de ningún modo en una simple y calculada apología, servida por el conocido uso de mirar las cosas con filtro de prejuicios, y menos aún en un trivial y ocioso propagandismo retospectivo. Se desea estudiar aquí las cosas como fueron, pero al calor de una postura de simpatía respecto a los hilos esnciales de la trama. Ese calor se justidfica a sí mismo por el convencimiento racional de que, haciendo un balance honesto de la obra organizadora de Franco, el saldo no puede ser sino ampliamente favorable. Por eso no hay miedo de hacer ostestación de sinceridad al citar, explicar y emitir juicios de valores sobre datos conocidos.