Libro incluido en Biblioteca Selecta Forum de Barcelona 2004 ¿Hay alguien que pueda considerarse propietario de la naturaleza o de la vida o del conocimiento acumulado por las poblaciones indÃgenas? Tratados como el Acuerdo sobre Aranceles y Comercio (GATT) definÃan los derechos de propiedad como derechos de propiedad intelectual que pertenecÃan a individuos y corporaciones. ¿La empresa para la que trabaja un cientÃfico especializado en manipular genéticamente organismos es propietaria, no sólo del espécimen alterado sino también de las posteriores generaciones del organismo manipulado? Y qué decir de los agricultores que compran semillas hÃbridas y que no pueden sembrar las que obtienen de sus cosechas sin pagar derechos a la compañÃa que les suministró las primeras. Además, la dependencia agronómica de los hÃbridos comporta la paulatina desaparición de las naturales a cambio de la vaga promesa de mayores cosechas que a menudo el impacto de las plagas y las condiciones climáticas acaban reduciendo a nada. Si los ecosistemas se autoorganizan y evolucionan para adaptarse a las condiciones existentes y protegerse, si es preciso, de los cambios, la introducción de formas de vida manipuladas genéticamente puede tener efectos imprevisibles y romper la capacidad de un ecosistema concreto para recuperar el equilibrio.
