Junto a estos hay que tener en cuenta el desarrollo de las colonizaciones extranjeras en la península, micénicas, fenicias, griegas, cartaginesas. De las más antiguas hay que destacar la fenicia, que floreció en las costas andaluzas a comienzos del siglo VIII A.D.C. y siguió en los siglos VII y VI. Desde el punto de vista geográfico, se limitó a una estrecha franja costera, al igual que en otras zonas colonizadas por este pueblo y en los asentamientos en su país de origen en Asia Menor. Pero a pesar de sus limitaciones geográficas y temporales, la importancia de esta colonización fue muy grande. Con ellas aparece por primera vez en la península una civilización oriental de alto nivelen su pura expresión con todos los adelantos de una cultura urbana, entre ellos, el uso de la escritura. Gran importancia tuvieron también las colonias griegas. Entre las que destaca Ampurias, de la que tenemos un testimonio interesante de principios del s. II a. C., un tercio de los griegos de Ampurias patrullaban sus muros cada noche atemorizados por los vecinos iberos. A través de los griegos tenemos también un poco de conocimiento de Tartesos, una mítica civilización surgida en la Andalucía occidental. Lo más destacado es el papel que se atribuye al derecho en la transformación de Tartesos. La existencia de unas leyes escritas en este reino correspondería al momento de mayor esplendor de los reyes de Tartesos alrededor del año 1.000 A.D.C.