Aquella ciudad no era lo bastante grande para los dos. Kate Jones era una empresaria de éxito que sabía lo que quería... y ya tenía puestos los ojos en su objetivo. Jack Winfield provenía de una familia atípica, tenía un empleo muy absorbente... y sentía una enorme atracción por la recién llegada. Kate Jones había vuelto a Pleasantville con un único objetivo: seducir a John Winfield hijo, el ídolo de la ciudad, para vengarse de su padre, el hombre que había humillado a su madre. Pero poco podía sospechar que ella iba a ser seducida por un tipo encantador llamado Jack y que las reglas del juego iban a cambiar irremediablemente.