El 29% de la superficie dedicada a cultivos forrajeros lo ocupa el maíz para ensilar. El cultivo del maíz tiene tanta importancia porque la concentración de la producción ganadera exige buenas producciones en un corto período de tiempo, facilidad para ensilar, aceptación e ingestibilidad elevada y alto contenido energético de los forrajes. Para conseguir una buena rentabilidad es de gran importancia optimizar todos los factores que afectan al cultivo. Este libro explica cómo conseguirlo.