Carlos Delgado, consciente de que no siempre lo mejor es lo más gratificante, nos presenta sus 200 vinos preferidos, seleccionados más en función de la emoción, el sentimiento y el placer sensorial, que por la reflexión, el juicio o la razón. En suma, unos vinos que no dejarán indiferente a quien se acerque a ellos y con los que se llenará más de una agradabilísima sorpresa.