Hoy la vi llorar una vez más a causa de mis versos: Pero hoy lloraba como nunca. El tiempo detenía su nada silenciosa para verla llorar. Ella amaba llorar con rabia con soltura con alevosia. Lloraba y me miraba con un ojo, con el otro lloraba, ojo de amor en cataratas. Cuando dejaba de llorar me amaba y me decía: Eres malo, mi amor, eres muy malo.