El deterioro de la enseñanza es un fenómeno común a los países del occidente democrático. El movimiento hacia la «escuela comprensiva », y la instrumentalización que los cargos políticos democráticos han venido haciendo del mundo escolar para sus fines, han causado la distorsión de los objetivos de los sistemas educativos públicos. El concepto de colegio como unidad económica antes que como espacio de ciencia y cultura ha arruinado el derecho a una enseñanza de calidad de las generaciones de alumnos posteriores a los 70.